CHILPANCINGO, GRO.- (Agencia SNI) El obispo Salvador Rangel Mendoza se fue instalado oficialmente en la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, en donde sustituye a su similar Alejo Zavala Castro.
Rangel Mendoza llegó a Chilpancingo acompañado del cardenal Alberto Suárez Inda y del arzobispo de arzobispo de Acapulco Carlos Garfias Merlos.
Vestido con una túnica color café, el nuevo obispo se asumió como parte de la corriente clerical de la que emergió el Papa Francisco I, el primer jefe del Estado Vaticano originario del continente americano.
Hubo una recepción previa en la plaza central Primer Congreso de Anáhuac, en ella estuvieron presentes los alcaldes de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos y Silviano Mendoza de Iguala, además del presidente electo en la capital de Guerrero, Marco Antonio Leyva Mena.

En una entrevista con reporteros de Chilpancingo, el obispo Rangel Mendoza manifestó que está consciente de los tiempos complicados que se viven en Guerrero en materia de inseguridad, educación y movimientos sociales.
Por todos los elementos negativos que se mencionan, el ahora responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa manifestó que llega con la intención de promover la paz y la reconciliación.
Asumió que no será una tarea sencilla, pero indicó que está frente a uno de los retos más importantes de su vida pastoral.
“Yo elegí un lema para mi labor pastoral, tomado del evangelio de San Juan; capítulo 14, versículo 27, en el que Jesús dice: Mi paz les dejo, mi paz les doy, no la doy como la da el mundo y no tengan miedo”.
Indicó que viene de una
Agregó: “Vengo con las armas del evangelio para tratar de sembrar amor, paz y concordia en estas tierras. La paz ex mi prioridad, ser un simple instrumento de concordia y acercamiento entre todas las personas”.
Reconoció también que por muchos problemas, Guerrero está ante los ojos del mundo, que se le observa desde todas partes y por eso insistió: “vengo a poner mi granito de arena”.
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